Activa el arranque rápido en Windows 8 o en Windows 10

Activa el arranque rápido en Windows 8 o en Windows 10
Por E RG en Windows

El arranque rápido es un método que incorporó Microsoft en Windows 8 que permite que el ordenador se apague o se encienda de una manera mucho más rápida. Esto puede lograrlo no apagando el ordenador, sino introduciéndolo en un estado de hibernación para que cuando queramos encenderlo de nuevo no haga falta cargar ciertos archivos de nuevo, con lo que consecuentemente todo será más rápido.

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Lo mismo que ocurre con el encendido ocurre en el apagado pero a la inversa: carga los datos necesarios para el arranque y entra en el estado de hibernación. Por supuesto este sistema no funciona para el reinicio, pues en este caso el ordenador sí que se apaga y se enciende de verdad. El reinicio convencional no se puede sustituir por nada pues es esencial en muchas ocasiones para corregir fallos o actualizar.

Cómo se activa el arranque rápido en Windows

Lo primero de todo es tener un ordenador con Windows 8 o con Windows 10. Evidentemente Windows 8.1 también soporta este arranque rápido, pues no es otra versión del sistema operativo en sí, sino un service pack. Esto no afectará al rendimiento general de tu dispositivo, sino que solo afectará al encendido/apagado. Tendremos que seguir estos pequeños pasos:

  1. Abrir el panel de control. Podemos hacerlo tecleando "Panel de control" en el buscador de Windows o en el buscador de Cortana. Por supuesto hablamos de panel de control típico de Windows 7, no de nuevo panel de configuración que inauguró la compañía de Redmon en Windows 8.
  2. Dirigirse a Hardware y sonido.
  3. Entrar en Opciones de energía.
  4. Entramos en Requerir contraseña al reactivarse.
  5. Si todos las configuraciones están en gris tendremos que pulsar en Cambiar la configuración actualmente no disponible. En este paso nos pedirá la contraseña de administrador, tendremos que introducirla.
  6. Activamos el inicio rápido.

Normalmente está desactivado pero en algunos casos puede que nuestro fabricante lo haya activado por nosotros, sobre todo si tenemos una memoria SSD. Esta opción no es que sea bueno activarla, sino que además es muy recomendable, incluso Windows nos los recomienda.

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