Cómo cerrar definitivamente una aplicación en Windows 8.1

Cómo cerrar definitivamente una aplicación en Windows 8.1

Que Windows 8 supuso una revolución ya lo sabemos. Los cambios introducidos fueron bastante profundos, dándole al sistema operativo un empujón para ponerse al día.

Cerrar aplicaciones windows 8.1

Una de las cosas que quiso mejorar fue el control de la potencia de cálculo y de la memoria RAM. La gestión de tareas fue mejorada, permitiéndonos cerrar las aplicaciones que no usásemos o matar algún proceso de forma definitiva mediante el administrador de tareas.

Pues bien, Windows 8.1 vuelve a introducir cambios en esta gestión de tareas. Ciertos usuarios más avanzados se han percatado de que el sistema operativo mantiene "congeladas" las aplicaciones durante un período importante de tiempo, antes de ser eliminadas de la memoria.

Resulta un poco engorroso que esto sea así, ya que, aunque estas aplicaciones están "congeladas" y no consumen demasiados recursos, podemos notar una bajada del rendimiento en aquellos equipos que vayan algo justos de potencia.

¿Cómo lo ha solucionado Windows 8.1?

Se agradece poder decir que la nueva actualización de Windows permite cerrar las aplicaciones definitivamente, es decir, se saltará el proceso de hibernación y se eliminarán de la memoria de forma real.

Una de las formas para conseguirlo es dirigirnos al administrador de tareas y cerrar aquellas aplicaciones que no vayamos a usar. Es algo que ya conocíamos.

Sin embargo, Windows 8.1 introduce una novedad que nos facilitará esta tarea de cerrar aplicaciones de forma definitiva. Con Windows 8 podíamos cerrar las aplicaciones manteniendo pulsado en el margen superior y deslizándolas hacia abajo hasta que desapareciesen.

administrador tareas Windows 8.1

En Windows 8.1 esto sigue siendo así, pero con una diferencia. Mantenemos pulsado con el dedo o con el botón izquierdo del ratón en el margen superior y arrastramos la aplicación hacia abajo. Pero aquí viene el cambio: antes de dejar que la aplicación desaparezca por el margen inferior, mantenemos pulsado en dicho margen hasta que veamos cómo la miniatura se gira. Después de esto, terminamos de arrastrar hasta hacerla desaparecer.

Con este sencillo gesto conseguiremos que la aplicación se cierre definitivamente. No estará ni "congelada" ni en funcionamiento.

Ya lo habéis visto. Windows 8.1 mejora uno de los aspectos que resultaban un poco inquietantes, como es la gestión de tareas. Ahora podremos cerrar una aplicación de forma definitiva muy fácilmente. Un simple gesto y listo.

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