Mis primeras horas con Elementary OS Freya: ¿Ha valido la pena la espera?

Mis primeras horas con Elementary OS Freya: ¿Ha valido la pena la espera?

Veinte meses. Veinte largos y malditos meses es lo que hemos estado esperando para recibir una nueva versión estable de Elementary OS. Había probado Luna y me había encantado, y tenía muchas ganas de ponerle las manos encima a Freya, la última iteración de esta popular distro basada en Ubuntu.

elementary os freya

En tiempos había probado la beta y los resultados no me dejaron un buen sabor de boca, y sinceramente esperaba que con la versión estable todos los problemas que había experimentado probando la beta se solucionasen de una vez por todas. El grueso de esos errores efectivamente se había solucionado, pero había muchas cosas que aún distan mucho de estar funcionando como es debido.

En cualquier caso, en cuanto se hizo oficial que la versión estable había sido liberada, me apresuré a descargar la ISO para instalarla. Fui precavido y guardé una imagen de restauración de mi distro habitual --Linux Mint, como mi compañero Juan Luis-- por si algo no iba bien, o por si, por alguna extraña casualidad, decidía revertir mi decisión.

Elementary OS Freya se instaló sorprendentemente rápido, menos de diez minutos. El hecho de que sea muy liviana e incorpore poco software base ayuda mucho en este sentido, y superado este tiempo de instalación ya me pude lanzar a probar el sistema y ver cómo funcionaba todo.

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En primer lugar instalé mis programas habituales, los drivers de la tarjeta gráfica y me puse a trabajar en la personalización del SO para dejarlo más o menos a mi gusto. Con los drivers de la gráfica llegaron los primeros problemas: El paquete DEB dedicado que AMD pone a disposición de sus usuarios no funciona si no es en Ubuntu, y tuve que buscar el script destinado a otras distribuciones para instalar los drivers, pero no es por esto que hablo de dificultades en este apartado.

En cuanto tuve los drivers instalados todo debería haber ido sobre ruedas, ¿no? Pues no. Debido a mi trabajo como blogger utilizo mucho la función de capturar la pantalla, y en el momento en el que los gráficos estuvieron configurados correctamente esta dejó de funcionar: Sólo aparecían imágenes en negro.

Al instalar un tema de personalización --en mi caso particular Numix-- y un paquete de iconos de mi gusto, los colores del sistema se rompieron totalmente, de tal forma que me veía obligado a utilizar una versión dark de Pantheon para poder leer el texto. A esto habría que sumar los glitches a nivel gráfico que tienes que soportar, que no son precisamente pocos y que son realmente molestos.

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En cuanto a la fluidez del sistema, bueno, sobre eso no me puedo quejar. No detecté tampoco consumos excesivos de RAM o de CPU, pero sí hubo cierres inesperados de programas, algunos que no se ejecutaban en absoluto --para entrar en la versión para root de BleachBit tuve que hacerlo por terminal para forzar la ejecución-- y diversos bugs que en una versión estable creo que ya deberían estar corregidos más que de sobras.

En resumidas cuentas, mi primera impresión sobre Elementary OS Freya es que, eye candy aparte, todavía no está lo bastante madura. Uno tiene la sensación de estar ejecutando aún una beta, algo muy alejado de lo que se supone que debería ser una release estable, y más cuando el desarrollo se ha retrasado durante más de veinte meses.

Es fácilmente comprensible que, al igual que otras como Debian, si no tienes un ciclo designado de liberación de tu distro trabajes en ella tanto como quieras, pero no para obtener estos resultados. Los devs de Elementary OS podían haberlo mucho mejor, y con lo que nos hemos encontrado es un producto terminado a medias. Una auténtica lástima. Hasta que estos problemas se solucionen, creo que me voy a quedar en Linux Mint.

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