Cambia las aplicaciones por defecto de Windows 8.1
Hace unos días estuvimos viendo una aplicación llamada Free Opener que nos permitía ejecutar prácticamente cualquier tipo de archivo común que es empleado por los usuarios y en ese artículo pudimos ver la importancia de una correcta asociación de extensión de archivo a aplicación que permita abrir ese archivo.
Cuando hablamos de sistemas operativos Windows, es inviable pensar que el sistema funcionará de forma correcta si la relación entre tipo de extensión y aplicación no es correcta, por poner un ejemplo, si Windows interpreta que tiene que abrir archivos .docx con el reproductor de audio en vez de con Word, tendremos un problema.
Además de ser importante esta correcta relación, cada usuario es un mundo y puede preferir unas aplicaciones a otras, por ejemplo, en mi caso, prefiero el navegador Google Chrome a cualquier otra alternativa, por lo que quiero que los archivos que hagan relación a páginas web se abran con esta aplicación y no con otras.
La configuración de la relación entre extensión y aplicación es un apartado que no está fácilmente localizable en Windows, ya que al estar identificado como una configuración deberemos saber en qué lugar se ubica para llegar hasta ella. Ahora bien, una vez que sabemos donde está, modificar los parámetros establecidos es realmente sencillo, ya que Microsoft ha realizado una gran tarea en este aspecto y ha implementado un sencillo y visual sistema que nos ayudará con esta configuración.
Para acceder a este apartado, debemos:
- Desplazar el ratón a la parte derecha de la pantalla hasta que se muestre el menú vertical.
- Pulsar en Cambiar la configuración del PC
- Pulsar en Búsqueda y Aplicaciones
- Pulsar en Por Defecto
Una vez que hayamos llegado hasta el último punto, veremos como Windows nos ofrece la posibilidad de establecer aplicaciones por defecto para los diferentes tipos de archivos existentes, pero lo hace de forma muy sencilla, ya que se olvida de las extensiones y se centra en el tipo de archivo, así podremos seleccionar un navegador para Internet, un cliente de correo, un reproductor de música, etc.
Con esta sencilla configuración, nuestro sistema operativo quedará algo más personalizado y podremos ejecutar los archivos en las aplicaciones que consideremos apropiadas.